Al encender un sahumerio emprendemos un camino que nos dispone a ser agradecidos y apreciar cada detalle de la vida.
El aquí y ahora, es lo único que tenemos; ser plenos y dejarnos fluir, aceptando lo que llega y dejando ir lo que se fue.
Al encender un sahumerio emprendemos un camino que nos dispone a ser agradecidos y apreciar cada detalle de la vida.
El aquí y ahora, es lo único que tenemos; ser plenos y dejarnos fluir, aceptando lo que llega y dejando ir lo que se fue.